lunes, 2 de noviembre de 2009

MIS RECUERDOS


Cuando apenas contaba diez años,
recuerdo que mi madre me llevo por
primera vez al cementerio, era el día
de Todos los Santos, mis hermanos mayores
y yo la pequeña por aquellos entonces.

Ante mí, una impresionante reja negra
muy grande, abierta de par en par, mi
madre me cojió de la mano; ¡ No te
separes de mí, me dijo ! Yo apreté, aún
más mi pequeña mano a la suya.

Recuerdo, la gente, que iban y venían
cargadas de flores, grandes ramos en
los brazos, yo con mi mano a la de mi
madre, andabamos por las calles del
cementerio, era como si fuese un pueblo,
calles, lápidas en las paredes, en el suelo,
farolas, un pueblo silencioso, cipreses altos
rodeaban el lugar.....

Recuerdo aquel olor a flores, rosas, claveles,
azahar, jazmines, tulipanes , el olor a velas que
iluminaban con una tenue luz dentro de unos farolillos
al lado de cada lápida.

Por fin llegamos a nuestro destino, la lápida
de mi abuela materna, en la tierra, fria
con sus flores, con sus farolillos y silenciosa
allí descanzaba mi abuela, dos lágrimas
cayeron de mis ojos......

Recuerdo cuando me cojía mi abuela
en brazos y me cantaba para dormirmé,
y ahora era ella la que dormía para
la eternidad, que es solo lo que
sigue y comunica con lo terreno...

Recuerdo que cuando salí de aquel
lugar extraño, le pedí a mi madre
que me llevará cada año, cada uno
de noviembre.

Y ahora en el presente soy yo quién
llevo a mi madre cojida del brazo,
al pueblo santo, pueblo silencioso,
pueblo donde se vive para la
eternidad, el pueblo de los nombres
letras del amor, con olor a flores.

P.D. Recuerdo a mi abuela. Abuela
ahora soy yo quien canta a mis hijas
para dormirlas, algún día yo también
dormiré para la eternidad.


P.M

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