
Presa del pensamiento,
dueña de mí.
empapada de sueños,
inalcanzables e irreales
Al otro lado del infinito
donde se expande la mente,
atrás queda lo eterno,
la raíz de lo pausado..
El soñar consuela,
calma el corazón,
fluyen los sentimientos
y todo sigue…siempre resurgiendo.
P.M